YA EN LA CALLE LA ÚLTIMA EDICIÓN DE LA NEVERA, EL LIBRO ABIERTO EN EL QUE PUEDES PARTICIPAR.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

LA RISA DE BILBAO, II SEMANA INTERNACIONAL DE LITERATURA Y ARTE CON HUMOR

Cartel del Festival de esta edición obra de Gallego & Rey


LA RISA DE BILBAO, SEMANA INTERNACIONAL DE LITERATURA Y ARTE CON HUMOR ha empezado a rodar hoy en su segunda edición y durará hasta el próximo 2 de octubre.

PRESENTACIÓN EN EL HOTEL MELIÁ DE BILBAO: DE IZDA A DRCHA: GORKA MARTÍNEZ, DE LA FUNDACIÓN BBK; JUAN BAS, DIRECTOR DE LA RISA DE BILBAO; E IÑAKI LOPEZ DE AGUILETA, DIRECTOR DE CULTURA DEL AYUNTAMIENTO DE BILBAO.

Tratará del humor surrealista y reunirá a escritores y columnistas de la talla de Frédéric Beigbeder, Elvira Lindo, David Lodge, Montero Glez, Luis Magrinyà, Fernando Marías, Luisa Etxenike, Carmen Posadas, Manuel Rodríguez Rivero, Rosa Belmonte, Mercedes Abad, Fernando Aramburu, Nuria Barrios, Tatiana Pigariova o Albert Boadella. Francisco IBÁÑEZ RECIBIRÁ EL II PREMIO BBK LA RISA DE BILBAO

LA RISA DE BILBAO contará con TRES escenarios:
La Sala BBK de Gran Vía
acogerá las mesas redondas, conferencias, encuentros con los autores, la exposición ‘Juan Carlos Eguillor en El Correo’, y como novedad este año, la actuación deL HUMORISTA Pedro Reyes

El Arenal, donde se instalarán varias carpas con venta y firmas de libros con los autores invitados, presentaciones de novedades literarias, conciertos, actividades infantiles, proyecciones de cortometrajes; la exposición con la obra de Francisco Ibáñez; y además, en la plaza del Arriaga, actuación de la orquesta móvil y flamígera Le Snob con su espectáculo ‘Glissendo’.

La ALHÓNDIGA,
donde podremos disfrutar de una excelente y curiosa exposición, la serie ‘Catálogo de objetos imposibles’ del pintor francés Jacques Carelman, que estará presente en la inauguración de la muestra.

Se presentará, junto a otras novedades editoriales, el segundo volumen de la colección LA RISA DE BILBAO/BILBOKO BARREA de relatos de humor. Bajo el título de ‘El hombre del cartapacio´, publicado por la Editorial Alberdania y con prólogo de Juan Bas, los autores participantes son Pedro Ugarte, Miguel González San Martín, Harkaitz Cano, Nuria Barros, Elvira Lindo, Berta Marsé, Ricardo Menéndez Salmón, Ramiro Pinilla, Manuel Manzano y Fernando Iwasaki.

Si os apetece ver toda la información así como el programa de actos : http://www.larisadebilbao.com/

viernes, 23 de septiembre de 2011

EN LOS COLORES DE OTOÑO

Hoy, a las 11:05 de la mañana, llegaba un nuevo otoño. La falta de luz- que se ha ido notando a lo largo de los días-, las frescas mañanas, los grises atardeceres, la fina lluvia, la vuelta a la rutina, esa sensación de recogimiento interior,…habían sido pistas que, a modo de las hojas que se iban despegando de los árboles, iban marcando el comienzo de esta nueva etapa. Quisiera poner música a esta recién comenzada estación con la canción más bella que nadie pudo regalar a un pueblo. UDAZKENA KOLOREETAN (EN LOS COLORES DE OTOÑO) del cantautor vasco Benito Lertxundi.



En los colores de otoño,
atravesando los perfumes de los campos,
evocándote, estoy en ti.
A la sombra del árbol desnudo,
amarillenta y rojiza
yace la hojarasca; todo duerme.
Recojo una hoja, es tan simple como bella,
tan sencilla al morir,
parece aún poseer toda la vitalidad del árbol.
Tanta dignidad al caer
me impulsa a cantarte.
De nuevo contemplo el árbol;
¿estará preocupado...?,
se diría que dibuja la sonrisa de la eternidad,
en la bondad de su libre transcurrir;
Y parece burlarse
de los sueños cultivados
en las entrañas del tiempo que me esclaviza.
En los colores de otoño,
atravesando los perfumes de los campos,
evocándote, estoy en ti,
tan sencillo al morir,
tan simple al irte sin un adiós.

domingo, 18 de septiembre de 2011

PINCELADAS DE UN VERANO (II)

Para la segunda quincena de agosto abandonábamos el color azul del mar y el olor a salitre de la isla de Mallorca, protagonista principal de la entrada anterior. Tras nuestro paso por Bilbao el día 15, para acudir a la Misa Mayor de la patrona de la capital, la Amatxu Virgen de Begoña-un acto que, más que por religión, intentamos cumplir anualmente por tradición y que acaso sea en un intento de tener de nuestro lado lo divino cuando lo humano se nos escapa de vez en cuilla, volvíaando de las manos- y posteriormente por las fiestas de San Roque de nuestra Vmos a coger la maleta y nuestro destino esta vez tendría olor a productos ibéricos y color amarillo. A la ciudad de Salamanca, el que iba a ser nuestro próximo destino, se le llama también llamada la Ciudad Dorada por el color amarillento de sus monumentos-ambas catedrales, la universidad más antigua de España,…y hasta los edificios de reciente creación-que llevada a cabo con arenisca de Villamayor es una de las señas de identidad de la misma.
Un hotel recientemente reformado y con acceso a la Plaza Mayor hizo que esta fuese nuestra primera imagen en la retina a pie de calle.


Lo que nos habían contado los amig@s, que ya habían estado previamente en esta capital, y la visita posterior a la Oficina de Información y Turismo, situada en dicha plaza, para recabar horarios de visitas guiadas y monumentos a visitar, ya nos hacía intuir que el haber sido declarada por la UNESCO Ciudad Patrimonio de la Humanidad no fue un hecho gratuito. Nuestra misión, comprobarlo en vivo y en directo.
Esta crónica podría tener una amplitud tan inmensa e intensa que los que habéis estado en Salamanca seguro que entenderéis que no me deje llevar. Me perdería en infinitas palabras. A unos para recordar y a otros para que se hagan una idea de lo que se pueden encontrar el día que la visiten, os dejo un enlace con un RECORRIDO VIRTUAL POR SALAMANCA. Toda ella es verdaderamente un espectáculo impresionante. Deciros que hicimos el primer día el itinerario en un trenecito. Media hora y ya percibimos que nos quedaban por delante largos momentos de recorrido a pie para aproximarnos más a ese patrimonio e interiorizarnos en él. El itinerario a pie, con una guía excepcional, tuvo una duración de tres horas. El mismo, contemplaba la entrada a algunos edificios, a ambas catedrales, a la emblemática Casa de las Conchas…Por último nos quedaría nuestro recorrido particular para lo que queríamos ver aún de más cerca y con más detenimiento así como para recorrer y entrar en otros espacios que se quedaban fuera de los itinerarios anteriores como la Plaza del Mercado, en la que hicimos acopio de esos productos ibéricos. Estos, junto con el turismo y los ingresos que dejan los cerca de cuatro mil estudiantes que se desplazan a cursar estudios universitarios, son el sustento de la capital salmantina.


Procedo a relatar exclusivamente algunos de los encuentros con personajes literarios.


En la trapezoidal Plaza Mayor, aquella que definida por Miguel de Unamuno, Es un cuadrilátero. Irregular, pero asombrosamente armónico, una de sus alas recoge en sendos medallones de piedra los perfiles y nombres de grandes personajes literarios que fueron importantes en la vida cultural de Salamanca, Santa Teresa de Jesús, Calderón de la Barca, Fray Luis de León, San Juan de la Cruz, Miguel de Cervantes, Miguel de Unamuno… ¡Y quedan huecos!
Fue Lope de Vega quien escribió una frase respecto a Salamanca: La más bella ciudad estas mirando, que el gallardo pintor del cielo hermoso, repasa todo el orbe iluminado. La misma está recogida en una pluma de bronce de gran tamaño de las varias que a lo largo de la península-encontré otra en Valladolid-señalan el camino que el castellano siguió hasta ser un instrumento de paz y sentimiento.


Al célebre Miguel de Cervantes, además de encontrarle en el correspondiente medallón, un inscripción recuerda el IV centenario de la publicación de El Quijote.


Fray Luis de León se erige en forma de una enorme estatua de bronce en el patio de las Escuelas Mayores. Salamanca constituyó el centro de su vida intelectual como profesor de su universidad y fue allí donde ingresó en la Orden de los Agustinos.


También tuvimos ocasión de estar en el aula en la que daba clases en la universidad.

Célebre fue su Decíamos ayer…” a la vuelta a la universidad tras haber estado en prisión cinco años por designio de la Inquisición.

La imagen como recordatorio de la obra anónima El Lazarillo de Tormes también preside un lugar de honor.


Asimismo nos encontramos la figura del toro o verraco aludido en dicha obra y que como símbolo protector aparece en el escudo de la ciudad.


Otra inscripción nos recordaría el paso de San Juan de la Cruz por Salamanca con motivo de ir a estudiar Teología a su universidad.



Sin lugar a dudas uno de los personajes en que puse más empeño por interiorizar su paso por Salamanca fue la del vasco Miguel de Unamuno. Os diré que late en el pueblo de Salamanca el cariño hacia el mismo. Su estatua, hecha en 1968, se encuentra en la calle Bordadores, frente al Convento de Santa Úrsula y frente a la casa en la que vivió y murió en 1936 siendo esta capital la dpositaria de sus restos. El que fue rector de la universidad de Salamanca fue testigo de un incidente en la misma como consecuencia de su enfrentamiento con el poder. Tras las siguientes palabras por su parte, “Este es el templo de la inteligencia, y yo soy su sumo sacerdote. Estáis profanando su sagrado recinto. Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir, y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil el pediros que penséis en España. He dicho”, supondrían su expulsión de la institución universitaria. A su vuelta a la universidad rememoraría también el célebre “Como decíamos ayer…” tras varios años de prisión.


Otro encuentro fue con Gonzalo Torrente Ballester. Ocupó una plaza de profesor en el instituto Torres Villarroel. En el centenario Café Novelty, bajo los soportales de la Plaza Mayor, pasaba las tardes dando forma a sus novelas y artículos-en sus tiempos también lo haría Miguel de Unamuno-. Por ello, una efigie a tamaño natural descansa en el puesto que solía ocupar. Hoy, las tertulias (literarias, taurinas, políticas...), siempre a las ocho, siguen siendo la seña de identidad de este antiguo café.



No podíamos marchar de Salamanca sin acudir al Huerto de Calixto y Melibea.


Un jardín medieval con tintes árabes cuyo nombre se relaciona de inmediato con la obra clave de Fernando de Rojas, La Celestina. Dicen que casi toda está localizada en Salamanca, ciudad donde estudió el autor, aunque nunca se diga en el texto. Y una parte, en este jardín, el mismo de la casa de la inocente Melibea. Allí, entre parras, árboles frutales y aves de paso, Calixto entraba buscando a un halcón. Hoy, a la entrada del parque, aparece desafiante la figura de la vieja alcahueta Celestina. Sólo de cintura para arriba.




Os podría hablar del astronauta de la catedral, de la rana de la universidad, de los vítores de los universitarios-inscripciones en paredes de color rojo con una mezcla en la que se usaba sangre de toro, del botón charro-una de las típicas filigranas salmantinas-, de Carmen Martín Gaite-cuyo monumento se nos despistó-, de la antigua biblioteca de la universidad, del Museo de Art Nouveau y Art Déco, del que os diré que me encantó la Casa de Lis, en el que se encuentra ubicado, por sus maravillosas vidrieras multicolor, de Beatriz Galindo-La Latina-primera mujer española en acceder a la universidad ….

Dejo para otra entrada-largo será el otoño y el invierno-el relato de varios dichos y refranes que tienen su origen en Salamanca.

Tan concentrados y tan bellísimos monumentos, su encanto añejo, con un centro histórico donde se ha conservado intacta su pureza arquitectónica, la cultura que se respira en el aire-creo que os he dejado una muestra palpable de la Literatura- y el reflejo mágico de su piedra dorada, sin olvidar el sabor de sus productos ibéricos y de repostería, presentan una sensación única, uno sólo desea quedarse...o volver, porque Salamanca... enamora.


Esto no lo digo solo yo, ya apareció en El licenciado Vidriera, uno de los relatos que componen las Novelas ejemplares de Cervantes:


Para terminar, a este foro La nieve, a l@s que tenéis a bien ir dejando huellas visibles por el mismo y a los compañer@s y amig@s que en el sigilo siguen mis palabras, no quisiera acabar esta crónica sin deciros que os agradezco vuestra presencia y que en el balance anual que hago en verano seguís ocupando un lugar muy importante en mi vida. Gracias por lo que cada un@ me habéis ido aportando.

domingo, 11 de septiembre de 2011

PINCELADAS DE UN VERANO (I)

Esta crónica no es más que un intento de plasmar parte de los múltiples momentos, situaciones y lugares que he ido encontrando a lo largo de mi periplo veraniego.
Tras acabar las clases en el instituto, julio supuso una etapa de tránsito. La adaptación a que era dueña de un tiempo distinto fue inmediata. Disfruté de esa gustosa pereza que no te hace sentir culpable. Disfruté de tiempo “vacio”. Ese tiempo que no se tiene planificado y en el que se puede ir improvisando cualquier plan. Paseé mucho con mis mayores. Organicé papeles y asuntos que, por lo de secuenciar las prioridades, habían ido quedando atrás. Quedé con amigas y compartí más tiempo mis tres “chicos”. Leí artículos y noticias que en su momento me parecieron interesantes y que quedaron aparcados en una esquina a la espera de ese momento de calidad para su lectura. Cociné comidas que requieren más tiempo.

Sin casi darme cuenta, llegaba el momento de preparar maletas y comenzar ese tour veraniego que este año iba a ser más largo que lo habitual y que comenzaba el 29 de julio paseando a lo largo de una cala tarraconense en un atardecer que, por la temperatura, los aromas, el lugar y la compañía, ya presagiaba el inicio de una búsqueda de momentos distintos a los que nuestra vida, unas veces rutinaria y otras estresante, nos había deparado a lo largo de los últimos meses. Además procedía hacer el balance anual. Como he comentado varias veces, dicho balance lo hago coincidir con la etapa estival. A primeros de setiembre llega mi cumpleaños que, además, coincide con mi vuelta al trabajo y con mi Año Nuevo. Siempre he tenido la impresión que me da menos error el balance en esta época que en la época navideña en la que, en general, andamos todos con un sentimentalismo y solidaridad forzados por intereses externos a los nuestros.

La primera semana fue totalmente de relax. Playa y piscina se alternaron a acogernos mientras nuestras pieles se iban dorando y nuestras mentes se iban liberando de las palabras “horario”, “obligación”, “jornada laboral”... Disfruté de mi familia afincada en tierras catalanas. Paseos por la orilla de la playa se alternaron con la búsqueda de piñones por los pinares de la campiña catalana. Descubrimos una nueva y divertida modalidad de hacer ejercicio físico, el AQUAGYM. Ejercicios en el interior de la piscina llevados a cabo con música y con la utilización de materiales-en nuestro caso una pelota y un flotador cilíndrico alargado-.

Pusimos a prueba lo de que propiedades del medio acuático hacen que con un menos esfuerzo podamos hacer los mismos ejercicios que haríamos fuera del agua sin sentir tanto cansancio y que, además de sudar menos, al realizar los ejercicios no recibamos ningún tipo de impacto. Incluso que seamos capaces de hacer ejercicios impensables de hacer fuera del agua debido a su dificultad. Os aseguro que fue una de las actividades que mejor recuerdo por lo divertido que fue conseguir bailar mínimamente con algo de armonía dentro del agua-al comienzo de cada sesión-y fuera del agua-al final de la misma –la que ha sido nuestra canción del verano, “Danza Kuduro”. Os dejo un video de Youtoube. El que tengo grabado nuestro es el de la primera sesión que solo lo hemos mostrado en privado a las amistades. Cada vez que lo veo no puedo evitar la carcajada. Os diré que mi marido, que no dudó en seguirme a esta aventura, progresó más adecuadamente que yo y que sentí pena por no haber podido participar en la exhibición del último día del curso. Me han comentado que fue todo un éxito tanto en la piscina como en la discoteca.



Con la tez morena y con la intención de no dejar ningún lugar sin descubrir, desde el aeropuerto de Reus volábamos hacia Mallorca. El objetivo de este viaje era recorrer todos los pueblos típicos de la isla con sus lugares más emblemáticos así como disfrutar de la escultura, arquitectura y pintura a pie de calle o en las correspondientes visitas guiadas y museos. Sabía que, en algún momento, la Literatura saldría a nuestro encuentro por alguno de dichos parajes.

Uno de los primeros lugares que visitamos fueron las famosas Cuevas del Drach. En el interior de las mismas, un concierto de música clásica en el lago Martel, considerado como uno de los lagos subterráneos más grandes del mundo, fue un regalo para la sensibilidad. Nuestra visita a Porto Cristo, situado en el término municipal de Manacor, nos permitió observar como este puerto es un punto de partida de embarcaciones que organizan excursiones por el litoral. Las mismas han substituido el espacio que han ido dejando vació los barcos de pesca de arrastre.
Caminamos bajo la sombra del recinto amurallado de la localidad de Alcudia, ciudad que se ha volcado en favorecer el turismo familiar, especialmente de origen británico. Degustamos el zumo de las exquisitas naranjas que se cultivan desde hace más de 600 años en el pueblo de Sóller. Esta fruta llegó a Mallorca de la mano de navegantes árabes y convirtió este lugar en el paisaje de naranjos más frondoso de toda la isla. Desde el centro del pueblo descendimos en tranvía hasta el puerto.

No podía faltar nuestra visita a Valldemosa y la visita a su famosa Cartuja. En la misma no pasan desapercibidos el recuerdo que en ella dejó en el invierno de 1838-1839 la estancia de la pareja romántica integrada por Frédéric Chopín y George Sand.

A la escritora, vivir en la Cartuja le supuso poder inspirarse y escribir su novela “Spiridión” así como describir el viaje a la isla en su libro “Un invierno en Mallorca”. De mientras, Chopin desde su celda, resguardado de la intensa lluvia, frágil, casi sin fuerzas por secuelas de su enfermedad, compuso la mayoría de sus Preludios y muchas otras composiciones. Por todo esto, Frédéric Chopin y George Sand quedarán siempre ligados a Valldemossa, al estrépito de su lluvia golpeando sus tejados, a sus empedradas calles tapizadas con hojas de plataneros, y a la austeridad vestida de cal.
También Jovellanos pasó por Mallorca. Estuvo desterrado en la Cartuja desde donde posteriormente sería trasladado al Castillo de Bellver a lo largo del periodo comprendido entre los años 1801 y 1808..
El nombre de otro personaje literario aparecería en nuestro itinerario por la Cartuja. Durante el invierno de 1906-1907 Rubén Darío llegó a Mallorca por primera vez, y se instaló en la isla por un período de medio año. Su casa se convirtió en centro de reunión de políticos, pintores, escritores y periodistas. Después realizará otro viaje a la isla en 1913 y se instalaría en la Cartuja de Valldemossa.

En Mallorca, y alguna dedicada a la isla, escribió varias poesías, así como la Epístola a la señora de Leopoldo Lugones, el poema La isla de Oro y la novela El oro de Mallorca. En el paseo de La Sagrera un monumento a este escritor le rinde homenaje así como otro, en el mismo paseo y muy próximo a la catedral, recuerda al, entre otros méritos ser el gran precursor literario, mallorquín Ramón Llull. Un libro en su mano izquierda y una pluma en la derecha dan prueba de ello.










En la biblioteca conventual se reunía la Comunidad, presidida por el Padre Prior, para debatir los asuntos de interés general. La tradición dice que se reunían los jueves a la tarde en un periodo de media hora. Entonces era la única opción que les permitía hablar entre ellos. Cada monje sólo podía coger un máximo de tres libros para llevarse a su celda.



El atardecer siempre resulta hermoso en cualquier punto desde el que se pueda ver el mar. Entre los lugares a los que merece la pena acercarse en esa mágica hora se encuentra el municipio de Andratx, situado en la costa de poniente, cuenta con lugares desde los que contemplar atardeceres preciosos. Así que a propósito dejamos para un atardecer la visita a dicho puerto. La foto es la prueba de que nos despedimos del sol de ese día en dicho lugar. Por otro lado, una pena lo ocasionado en esa zona debido a la equivoca especulación del suelo.


Mallorca fue uno de los vértices del triángulo mironiano-junto con Barcelona y Tarragona-así que procedía visitar la sede de la Fundación Pilar i Joan Miró. Situada al final de una enorme cuesta, enfrente del Palacio de Marivent-, me permitió disfrutar de una multitud de obras de Miró. El año pasado en el pueblo de tarraconense de Mont-Roig tuve la ocasión de acercarme al autor pero no a sus obras autenticas. Aquellas eran ediciones facsímiles. Visitamos la exposición permanente y la temporal cuyo título “De un rojo encendido” anunciaba el color predominante de las obras expuestas y que de nuevo me llevaron a aquellos montes rojos que tanto marcaron su vida.


La Fundación se encuentra en un moderno edificio diseñado por Moneo. Al lado del mismo, pudimos visitar el taller tal como quedó a su muerte y disfruté viendo otro “Sol de palmas”-elemento importante del universo mironiano- y que estaba colgado en una esquina del mismo.





Cuadros y esculturas metálicas se vieron complementados con la oportunidad de ver trazos de futuras obras que Miró esbozada sobre las paredes de cal de su casa-taller previamente a plasmarlas en el lienzo.




Me gustó la visita por lo de la autenticidad de las obras, sin embargo el espíritu de Miró lo sentí mucho más el año pasado en la visita a Mont-Roig. Me queda visitar el tercer vértice, Barcelona. He estado varias veces en esta capital, sin embargo nunca llevé como objetivo seguir las pistas de Miró.



Respecto al resto de todo lo visto y sentido en Mallorca creo que necesitaría varias crónicas más para contarlo. Lo anterior no ha sido nada más que unas pinceladas. Del resto, y modo de resumen, os diré que Palma la visitamos en el Bus turístico bajando en los lugares más típicos.
Cito la majestuosidad de la catedral. Me encantó el altar y el baldaquino diseñado por Gaudí. Me recordó al de la Sagrada Familia.
En la otra punta de Palma, el Castillo de Bellver nos permitió divisar el puerto. Jamás había visto yates y buques de lujo de tal magnitud. En el verano mallorquín convive gente adinerada, a nivel de costa, con una sociedad más burguesa que se descubre a nada que uno se aleja hacia el interior.


En lo que se refiere a la lectura en el periodo estival os diré que inicié en julio la lectura en papel de los primeros capítulos de la obra “EL COLOR DE LA MALDAD”, de nuestro compañero Armando Rodera.



Compré el libro en forma digital y en agosto seguí, ya desde el ordenador, el trabajo de colaboración del comisario de la Policía Nacional y el sargento de la Guardia Civil. La labor de equipo de ambos, para hallar al asesino de una pareja de novios, así como los entresijos de la mente del psicópata protagonista de la obra me llevarían parte del tiempo de lectura que, sin lugar a duda, recomiendo a los amantes del género y a los no tan amantes como ha sido mi caso. Armando escribe bien y no os ha de defraudar. Nuestro compañero, tras calentar motores, ha decidido tomar la salida en lo que supone su carrera de fondo literaria y no dudo de que este libro será-de hecho ya lo es por el número de descargas habidas a lo largo de este verano- una buena tarjeta de presentación para lectores y editores.
El otro libro que me llevé en la maleta para también poderlo disfrutar fue “AL BORDE DEL TIEMPO AZUL” de Sergio Arrieta. Sergio, ante la serenidad del atardecer de un verano del puerto de Cambrils me senté en el muelle y me sumergí a balancearme al ritmo de las olas marcadas por el vaivén de los versos de tus poesías. Volveré en otra ocasión a ellas. Mi yo vacacional se resistió a algunas de las reflexiones más profundas a las que la marea de palabras le llevaba.

Extraigo unos apuntes que no dudo os han de gustar y que indican por dónde va ese viaje, “Al borde del tiempo azul”, al que nos invita Sergio Arrieta:
Poesía fuerte e intensa como el sílex y el diamante. Poesía tintada por el color azul del mar y salpicada con irisaciones de polvo de estrellas. Poesía con sabor a cristalina sal como la de piel húmeda tras un baño marino. Poesía tierna como cuando los rayos de la luna nos mecen en un bello crepúsculo. Versos que fluyen como granos de arena o agua de mar en las manos. Palabras bogando en lo más profundo del océano de sangre azul. Poesía, papel al viento de la brisa del mar que nos impacta en la profundidad de nuestra inmensidad de sensaciones para acabar arribando al puerto del interior del cascarón de la nave en la que nos ocultamos para flotar y no sumergir en el oleaje continuo de los sentimientos.


De lo que aconteció en Salamanca, siguiente destino de nuestro mes de agosto, espero daros información en otro momento.