YA EN LA CALLE LA ÚLTIMA EDICIÓN DE LA NEVERA, EL LIBRO ABIERTO EN EL QUE PUEDES PARTICIPAR.

viernes, 23 de diciembre de 2016

viernes, 16 de diciembre de 2016

OCTAVO ANIVERSARIO DEL BLOG LITERARIO LA NIEVE

Este blog que estáis leyendo hoy cumple ocho años. Acaso se haya mantenido en el tiempo  debido a ese ego extraño que tenemos de contar quiénes somos y qué hacemos, pero también  por el miedo de que parte de la información que pasaba a nuestro lado y algo de la creatividad que éramos capaces de compartir no se perdiera. Y con más o menos gracia, o más o menos acierto, nuestras huellas se han ido sucediendo en estas páginas níveas. Hubo épocas de mucha actividad, otras de menos, pero en general esta ha sido un casa tranquila, luminosa y bien barrida donde cada uno de nosotros ha ido decidiendo la forma de participar en cada momento, dependiendo de la etapa personal o profesional en la que se iba encontrando.
El blog ha evolucionado y nosotros con él. Quizás el contenido ha dejado de ser tan personal y empieza a ser más profesional, más inspirador. La culpa de esto acaso la tenga nuestra profesión, por lo de enseñar y contar, y la del periodista que solemos llevar dentro, por lo de la de informar y buscar la verdad. Pero todo esto hay que leerlo sin demasiadas pretensiones, no os creáis que vinimos a salvar el mundo ni a  adoctrinar.
Los que nos conocéis sabéis que a veces nuestras mentes van mas deprisa que la mano o la lengua, que nos entusiasmamos con facilidad y que es muy muy fácil liarnos para hablar cualquier cosa que tenga que ver con las nuevas tecnologías, solidaridad, creatividad o naturaleza, además de todo lo directamente relacionado con el inmenso mundo literario en todas sus vertientes. Con los años hemos ganado en madurez  y en ilusión, no habiendo perdido aquel espíritu del principio, ese espíritu que deseamos que jamás se pierda en este blog. 

martes, 6 de diciembre de 2016

51 EDICIÓN DE LA FERIA DEL LIBRO Y DISCO VASCO DE DURANGO

La imagen del Anboto, en el que la mitología vasca fija la morada principal de Mari, la Dama de Anboto, convirtiéndolo en un monte casi sagrado, ya hacía presagiar que nos acercábamos a Durango. Y no precisamente en un día cualquiera.
Se trataba de acudir a la 51.DURANGOko AZOKA, la  feria más importante del libro y disco vasco. Este año llegó  antes que en anteriores ediciones y con buena carga de novedades literarias y musicales. Bajo el lema “Bizitzekoa da”(es para vivirla) los organizadores hacían extensiva la invitación a la población vasca por todos los medios de difusión.
Comentaros que por estas fechas, si estoy en Euskadi-ya que suelo acudir a Cataluña y aprovecho a traer reservas para la fiestas directamente de una cava de San Sadurní de Noia-, no falto a lo que para mí es un evento del que he mamado desde bien joven y al que, además, me da mucha satisfacción ver que ahora también son nuestros dos hijos los que acuden por su cuenta. Desde pequeñitos, bien cogidos de la mano para no perderles, daban vueltas entre los stand para decidir por qué cuento se decantaban. De más mayores por qué libro o grupo musical. 
Para que os hagáis una idea en cifras de la magnitud de la feria, deciros que en total se han presentado 349 novedades en los 246 stands, 45 presentaciones de libros y más de 200 actos culturales como conciertos, coloquios, proyecciones, programas infantiles, talleres, espectáculos, etc. Todo ello en 700 metros cuadrados y a escasos minutos un acto de otro.
Como la feria da mucho de sí, el programa se estructura en diversos espacios todos en el entorno del gran recinto del Edificio Landakao.
Areto Nagusia, -salón de actos para coloquios, charlas y mesas redondas-. Había que andar bien de espabilados porque el aforo para los diferentes actos se llenaba enseguida.
 
 Ahotsenea-para presentaciones de escritores y grupos musicales-.
Saguganbara-espacio dedicado a la cultura vasca-.
Plateruena-lugar idóneo para tomar café, juntarse con amigos y disfrutar de conciertos-.
Irudienea-espacio de los audiovisuales-.
 Kabi@-espacio de la cultura digital-.
Como en anteriores ocasiones, la visita me supo a poco. Yo directamente me instalaba en Durango los cinco días, con la programación en mano, para vivir de principio a fin esta oportunidad. Con todo, exprimimos el tiempo y el espacio al máximo. Como prueba, unas pinceladas de la presencia y palabras de algunos autores conocidos y reconocidos.

Libros y más libros.
Y más autores a la espera de su público.
Por mi parte, el mayor aplauso de la tarde para Aritza Bergara. Asumiendo el gran coste de los libros y la importancia de darse a conocer, hacía descuento dependiendo de si te llevabas uno, dos o tres de su saga.
Gente y más gente.
No podía faltar la visita al stand de la editorial Erein. En el mismo, Jon Arretxe con su nueva edición, de las aventuras del detective africano Touré, Sator Lokatzak. Jon, de conversación agradable y excelente comunicador, me comentó que la obra se presentará próximamente en Bilbao y que ya están a la espera de la traducción al castellano de la misma. Decir que Jon, a día de hoy, es uno de los pocos escritores vascos que vive de la Literatura. Y yo presumo de haberle seguido desde que le leía mi alumnado y posteriormente mis hijos. Me gustaba como escribía para ellos y ahora me gusta como escribe para mí.
 
Es de reseñar que  la escritora Toti Martínez de Lezea ha presentado como novedades de este año el libro para adultos "Tierra de leche y miel" y la doceava entrega de la saga juvenil "Nur", y como siempre ha  mantenido una larga cola de gente que llegaba hasta la calle, deseosa de regresar a casa con uno de sus libros firmados. 
Como inesperado, decir que me hizo mucha, pero mucha, ilusión encontrarme en el recinto con el escritor Félix G. Modroño. No hacía muchos días que había acudido a la presentación de su último libro en Portugalete, Sombras de agua.
La jornada iba llegando a su fin, el cielo de Durango estaba totalmente oscuro pero yo destellaba luz por el día tan intenso que habíamos vivido. Ya solo quedaba la visita a la Euskal Denda, con alimentos artesanos y artesanía vasca,  y reponer fuerzas, con el consabido talo con chorizo y txakoli, antes de proceder al viaje de retorno a casa.